Más allá de ser un enfoque clásico de la planeación, el
análisis de oportunidades y amenazas es un ingrediente vital para una buena estrategia.
Pero hay otro tema. Las oportunidades son hechos que ocurren en el entorno,
pero no todos tienen la capacidad de
verlas. Y la razón es que muchos esperan a que las oportunidades vayan a
tocarles hasta su puerta. De ahí el viejo dicho: “La oportunidad no toca dos
veces”. Dicho en el qué, de paso, no creo: he visto oportunidades verdaderamente tercas que tocan
una y otra vez y nadie las aprovecha.
Pero este modo de ser refleja un enfoque pasivo hacia las
oportunidades, en particular hacia las oportunidades de negocio. Es como
esperar sacarnos la lotería: que por buena suerte una oportunidad nos venga a
llamar hasta nuestra puerta, sin mayor esfuerzo de nuestra parte y, soñamos, no
irá a tocarles a nadie más, para que tengamos la exclusiva. El sueño dorado de
algunos empresarios mexicanos.
Lo que se requiere es un enfoque proactivo. No estar
sentados en nuestra empresa a la espera que la oportunidad pase y tenga el
deseo de llamarlos. Un mejor enfoque, mucho más proactivo, es buscar las
oportunidades de negocio. Buscarlas sistemáticamente, constantemente, evaluar cuales
podemos atender con nuestras capacidades y cuales requieren que nos asociemos
con otros, que compremos una tecnología apropiada para esa oportunidad, etc. Desgraciadamente
es muy difícil de medir esta proactividad. Las oportunidades perdidas no dejan
huella medible. No causan “dolores”: el negocio sigue vendiendo lo mismo, no se
ha perdido nada, parece que todo sigue igual. Si, puede haber algunos
indicadores indirectos, por ejemplo: qué porcentaje de las ventas vienen de
productos o servicios creados en los últimos tres o dos años. No está mal, pero
solo mide las oportunidades que asumimos, no las que dejamos pasar.
Hay herramientas de administración que se pueden usar para
ser más proactivos en este campo. El libro clásico de Edward de Bono,
Opportunities (Penguin Books) desarrolla la parte de creatividad para buscar
las oportunidades. Ahí detalla una “Auditoría de Oportunidades” y propone crear
equipos de búsqueda de oportunidades en las empresas qué, constantemente, estén
buscando y evaluando nuevos campos.
A esta excelente herramienta hay que complementarla con instrumentos
de estrategia que permiten definir criterios para aceptar las distintas
oportunidades y tomar la decisión de evaluarlas formalmente mediante estudios
de preinversión. Criterios muy necesarios, porque una vez que se domina el
método De Bono, el problema es que no se les puede gastar en la evaluación de
todas las oportunidades que se ubican, sino solo a las más prometedoras.
Esto no es teoría. He visto en casos, en particular en el
Proyecto Nueva Vizcaya que en una década aplicó este método con empresarios en
el sur de Chihuahua y norte de Durango. Con el método De Bono se desarrollaron
en distintos talleres unas 4,000 ideas de oportunidades de las cuales, por
supuesto, la mayoría no se pudieron desarrollar, pero se generaron algo más de
500 empresas.
En este enfoque proactivo, aún hay un grado más alto. Los
que no solo buscan oportunidades, sino que las crean. Con una buena
inteligencia comercial y tecnológica, ubican necesidades y desarrollan mejores
soluciones. Esto es la esencia de las innovaciones de ruptura, de alto riesgo
pero con enormes posibilidades de beneficio. Y muchas veces, aún eso no basta:
muchos que desarrollan nuevas oportunidades se encuentran con que no tienen el
músculo financiero y mercadológico y que tienen que vender su desarrollo a
empresas que sí tienen esas capacidades. Lo cual no es necesariamente malo: hay
empresas que han hecho excelentes negocios de ese modo.
Usted, estratega: ¿en dónde se ubica? ¿Está en un enfoque reactivo? Bueno… si ese
es el caso, debería construir capacidades para ser un seguidor rápido de las
oportunidades que otros desarrollen y estar preparado para asumir el riesgo de
llegar tarde a esos mercados. Si busca tener un enfoque proactivo, debe estar
preparado para asumir el riesgo de toda innovación, y crear reservas para
solventar el costo de un número importante de nuevos negocios que no funcionen,
pero que de ser exitosos tendrán grandes rentabilidades. Lo que no puede hacer
es confiar en que todo seguirá igual. Porque eso no va a ocurrir.
Gracias Maestro Antonio por su carta. Así mismo ne sucedió hace tiempo y aprendí la lección. Saludos Cordiales desde Mexicali Baja California
ResponderEliminarSin duda las oportunidades no son una coincidencia, gracias por la recomendación.
ResponderEliminarabrazo
Enrique
Coincido! En general, es importante no caer en la pasividad, en el comfort! Yo lo llevo a la vida profesional, cuales son mis oportunidades? Gracias Profe
ResponderEliminarCoincido!
ResponderEliminarLa proactividad como un ejercicio constante, que nos desafíe y nos permita estar despiertos. En mi caso lo llevo a mi carrera profesional. Que oportunidades tengo?
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