4 de enero de 2016

¿Cómo viene el 2016?



Bien saben ustedes lo que pienso de los pronósticos. No voy a profundizar en el tema, pero les recuerdo que me parece preferible hacer escenarios, donde se vean varias posibilidades. Y, a propósito, en algunas semanas haré el ejercicio de los escenarios para este 2016, a través de una de estas Cartas a Estrategas.

En estos días se han empezado a publicar en los diferentes medios algunas proyecciones y pronósticos para este año nuevo. Algunos, como los de la señora Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional, no son sino meramente la continuación de la situación del 2015. Nada nuevo.

En términos generales, lo que se observa es que los "pronosticadores" no se atreven a hacer proyecciones que requieran una gran valentía. Todos son muy cautelosos. Crecimientos económicos en el orden del 3% anual, para México y cercano al 2% anual en la economía mundial. Precios del petróleo relativamente estancados y un moderado fortalecimiento del dólar americano. Una discreta subida del costo del dinero. Nadie se atreve a más.

Hay, por supuesto, muchas incertidumbres. ¿Qué pasará con España? ¿Se convertirá en la nueva situación griega, sólo que en grande? No es imposible, dado que los partidos de centro derecha en este país pueden tener dificultades para formar gobierno y un Frente Popular, formado por una enorme variedad de izquierdas, podría llevar España a una situación grave. ¿Nos afectará a México? ¿Afectará a Europa? Por otro lado, ¿Seguirá bajando el precio del petróleo? ¿Seguirá deteriorándose la situación de China, con grandes caídas en sus bolsas de valores como las ocurridas en los primeros días del 2016? Todas estas incertidumbres, son de signo pesimista.

Podría haber otras incertidumbres de signo optimista. ¿Se crearán nuevos mercados gracias a las tecnologías disruptivas? ¿Se abrirán nuevos mercados gracias a la mejora en los países pobres? ¿Gracias al bajo costo de la energía? En México, ¿lograremos finalmente una fórmula para desarrollar en serio a los Estados más pobres, por ejemplo, a través de las zonas económicas especiales que está anunciando el Gobierno Federal?

En términos generales, la mejora del país y de sus empresas, estimados estrategas, es posible si logramos pasar de un concepto de la lamentación continua a uno de la búsqueda de oportunidades y soluciones.  Lo único que se puede pronosticar con casi absoluta certeza es que si usted o su empresa no hacen algo diferente, sus resultados no van a ser mejores. Algunos temas que podría valer la pena explorar:

  • Abandonar la obsesión por el denominador: si la productividad de su empresa se representa como una fracción, donde el denominador son los costos y el numerador son los ingresos, la mayoría de las empresas han estado enfocándose de un modo casi obsesivo en reducir los costos y muy poco en mejorar sus ingresos. Modificar el numerador significa encontrar nuevos mercados, nuevos productos, abandonar negocios anticuados y que ya no son rentables para emprender negocios menos competidos.
  • Adoptar una posición pro activa: muchas empresas han tomado la actitud de "agacharse y esperar a que pase la tormenta". Muy razonable en medio de un ambiente generalizado de miedo por las situaciones económicas. Pero, si se espera demasiado, cuando la situación haya mejorado será porque algunos tomaron la delantera, desarrollaron nuevas oportunidades y le dejaron las migajas a quienes esperaron en exceso. No, no puede usted darse el lujo de ser reactivo.
  • Invertir en su capacidad de analizar la realidad: no puede usted dejar a otros los análisis de los mercados en los que usted participa. Por ejemplo, tomar sus decisiones con los análisis de negocios  de Televisa y otros medios. Es importante que aumente la cantidad, variedad y calidad de la información que usa para tomar decisiones, pero probablemente sea aún más importante adquirir la capacidad de validar la información que recibe para evitar lo que se ha llamado la "infoxicación”, es decir, la intoxicación por exceso de información. Y una vez teniendo la capacidad de validarla, es muy importante que desarrolle una gran capacidad para interpretar la información que va a utilizar.

Este es un buen momento para analizar y poner al día su estrategia. Ampliar su horizonte: si usted tenía una estrategia para el período 2015 -2020, es el momento de crear una estrategia para el período 2016 -2021. Y, como mínimo, preparar dos escenarios. No necesariamente uno optimista y otro pesimista: puede ser que usted genere dos escenarios que tengan una mezcla de puntos buenos y puntos malos. Eso es lo más probable, creo yo. Estos escenarios totalmente positivos o totalmente negativos generalmente son artificiales y raramente se cumplen. La realidad generalmente es una mezcla de puntos buenos y puntos malos. Finalmente, es importante que usted repase sus fortalezas y debilidades, asegurándose de que tiene las capacidades necesarias para poder llevar a cabo su estrategia.

Se dice que una definición de la locura, es volver a hacer una y otra vez las mismas cosas, esperando que los resultados sean diferentes. Algo que, desgraciadamente, se ve mucho en el mundo de los negocios y en la política. Si usted espera un mejor año nuevo, que supere los resultados del 2015, evidentemente algo diferente tendrá que hacer. Y nadie lo vendrá a hacer por nosotros. Ni el entorno, ni los gobiernos, ni la buena suerte. Algo ayudarán, pero probablemente no sea suficiente.

Le deseo un excelente año 2016, lleno de logros y satisfacciones.

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