Una de las pocas noticias
optimistas en el campo de los mercados mexicanos en este 2015 es el aumento en
la venta de automóviles nuevos. La Asociación Mexicana en la Industria
Automotriz (AMIA), reportó que en el mes de septiembre del 2015 las ventas de
autos nuevos en el mercado nacional aumentaron casi un 25 % comparado con el
mes de septiembre del año pasado y que las ventas del periodo enero a
septiembre de este año casi llegaron a un 20% más que las ventas del 2014 en el
mismo período. Estos números se refieren a las ventas al menudeo en México.
Es muy interesante el dato, pero la
explicación de por qué se da no es del todo clara. Este año se duda si llegaremos al 3% de crecimiento en
el Producto Interno Bruto, y también es un año de poca inflación. Estos datos
no alcanzan a explicar por qué este crecimiento. La estadística es de unidades
vendidas, no de ingresos; por lo tanto, la inflación no debería afectarla. La
población debe estar creciendo alrededor del 1% anual y el poder adquisitivo de
la población no llega ni en sueños algo que se parezca al 20% de incremento. No
ha bajado el financiamiento y, en términos generales, se ha reducido el
enganche (pago inicial) que se ofrecen en los planes de financiamiento. Se han ampliado
los periodos de pago. Pero, medidos como valor presente neto, no hay un ahorro
tan importante como para explicar este crecimiento. ¿Cómo interpretar esta
información?
Una razón por la cual es difícil de
interpretar el dato es que no se reporta, probablemente porque no se sabe, cuanto
de estas ventas son debidas a la renovación del equipo de transporte y qué parte corresponde a clientes están comprando su primer coche nuevo. Una
estadística que sería fácil de construir, pero no he visto publicada en ningún
lado. Esto tendrá mucha importancia para el pronóstico de este mercado en los
años próximos: si los clientes están adelantando la renovación de sus
vehículos, por las condiciones de financiamiento o de facilidades de pago, lo más
probable es que en los próximos años se estanque o incluso disminuya la venta
de carros nuevos. En cambio, si el incremento se debe a que hay nuevos
consumidores entrando al mercado de coches nuevos, mientras se mantengan las
condiciones actuales el crecimiento sería mucho más sólido.
La estadística de confianza del
consumidor en la economía del país, que desarrolla INEGI, no indica una mejora
significativa en este indicador. Claro, esta estadística padece del mismo
origen de falta de confiabilidad que hay en todas las encuestas: los
encuestados no necesariamente dicen la verdad sino lo que creen que se quiere que
respondan, o lo que quieren que le llegue como un mensaje al Gobierno. Pero los
hechos, pueden mostrar otra cosa. Y este es el caso. Cuando aumenta de una
manera sustancial la cantidad de personas que adquieren un compromiso de largo
plazo, como puede ser la compra de un automóvil, están diciendo con hechos que
tienen confianza en la economía y que creen que, durante el período del
préstamo, tendrán los ingresos necesarios para pagar.
Todo este tema y su breve discusión
que expuse aquí, nos lleva un tema fundamental en la estrategia de negocios. La
necesidad de "leer correctamente" la realidad. El mero hecho de que
esté aumentando la venta automóviles nuevos tiene una influencia directa en los
proveedores de esta industria, y además es un indicador que nos permite cuestionar la
visión muy arraigada de que este país
sigue en crisis económica.
¿Cuáles podrían ser las
interpretaciones a esta discrepancia? Una posible interpretación es que las
cuentas nacionales respecto al crecimiento económico no reflejan la realidad.
Puede ser que la economía informal tenga un tamaño y crecimiento muy superior a
las suposiciones están haciendo quienes emiten los estimados del Producto
Interno Bruto. Puede ser que se le esté mintiendo al gobierno en forma masiva,
ocultando la realidad de los ingresos para evitar el pago de impuestos. Puede
ser que la economía esté mucho más influida por los ingresos del narcotráfico y
el lavado de dinero, ingresos que siempre serán extraordinariamente difíciles
de medir. También puede ocurrir que dentro de la economía formal, se estén
haciendo pagos informales a empleados y proveedores con el propósito de que
todos se ahorren impuestos y que los ingresos de la gente sean sustancialmente
mayores de lo reporta.
Por supuesto que estoy especulando.
Pero francamente se me hace muy difícil conciliar este dato de aumento de las
ventas de autos nuevos en el país, con los datos oficiales del desempeño de la
economía. Y no se trata de un dato aislado. Esta discrepancia ha venido ocurriendo
desde hace varios años, sólo que en este
año la diferencia se ha visto mucho más marcada.
No es un tema menor. No se puede
hacer una buena estrategia si no se tiene información de alta calidad y una
interpretación precisa. Al menos se debe tener información suficiente para
poder crear diferentes escenarios y poder decidir sobre inversiones, en cosas
como desarrollo de personal, contratación, ampliación de capacidad y muchos
otros temas más. No se puede tener una planeación económica nacional con
información poco confiable. Claramente, discrepancias como la que se marca
deben ser entendidas y explicadas. Y
ustedes, estrategas, deben tener entre sus prioridades la de asegurar que
tienen información validada y, no menos importante, debidamente analizada y entendida.
Interesante reflexión profesor Maza
ResponderEliminarotro punto a tomar en cuenta son las facilidades de pago a mediano/largo plazo
ResponderEliminarEs cierto, pero no ha mejorado como para explicar el aumento de las ventas. Medido como valor presente neto, la diferencia es mínima
ResponderEliminarEs cierto, pero no ha mejorado como para explicar el aumento de las ventas. Medido como valor presente neto, la diferencia es mínima
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